El Camino de la Empatía en el Aula de Matemáticas: Más Allá de los Números

Hoy, como en tantos otros días, estaba navegando por el timeline de Twitter (ahora X) y, como siempre, me encontré con múltiples publicaciones de profesores compartiendo sus experiencias en las aulas, intercambiando materiales y formando lo que llamamos el #ClaustroVirtual. Me apasiona sumergirme en esta red social para seguir aprendiendo y compartiendo conocimientos.

Sin embargo, hoy me topé con algo inesperado. Desde hace algunos meses, he estado leyendo los tuits de una persona que afirma ser profesor de Matemáticas, aunque en realidad se encuentra realizando las prácticas en un centro educativo. Sus publicaciones constantemente critican el sistema educativo, siempre desde su propia perspectiva. Cuanto más profundizo en sus mensajes, más me convenzo de que no comprende realmente la naturaleza de ser profesor de Matemáticas, el verdadero alcance de nuestro trabajo y nuestra misión.

Hoy, su publicación mencionaba una situación particular: en su aula de Bachillerato, modalidad de Ciencias Sociales, había llegado una nueva alumna. Según él, esta estudiante había ingresado a Bachillerato con suspensos en Matemáticas de varios cursos de ESO. Además, expresó que esta alumna aspiraba a ser jueza. Pero lo que realmente me impactó fue que él mencionara que no sabía cómo arrebatarle esa ilusión.

Es alarmante ver a un futuro docente tan desconectado de su alumna, sin siquiera considerar cómo conectar con ella o cómo ofrecerle ayuda. Es preocupante pensar que este docente no tenga fe en el potencial de su alumna para alcanzar su sueño. Quizás la inexperiencia haya impulsado ese tuit, pero esto me lleva a reflexionar sobre lo desprotegida que podría estar esa alumna si él fuera realmente su profesor. ¿Cómo puede ser que una persona recién ingresada a la docencia tenga tan poca ilusión y empatía hacia sus alumnos? ¿Cómo es posible que no comprenda que ser profesor de Matemáticas va más allá de enseñar contenidos, que implica aspectos mucho más complejos? Lo más importante: tu alumnado siempre es lo más importante.

Este tuit me trae a la memoria las historias de tantos alumnos que han pasado por mis clases: aquellos con historiales complejos, o los que predijeron que nunca aprobarían. Siempre les he pedido a estos alumnos que borren el pasado, que yo no era su profesor en cursos anteriores y que yo solo sería su nuevo guía. Les pedí algo muy simple: que trabajaran, que con esfuerzo podrían alcanzar sus metas. Les dije que el camino podría ser difícil, pero no imposible. Les pedí también que confiaran, no solo en mí como su nuevo profesor, sino en ellos mismos, ya que muchos de ellos llegaron con su autoestima muy baja.

Pero lo más importante de todas estas historias es cómo terminaron. Nos costó mucho al principio, sufrimos contratiempos, pero siempre hice lo máximo para conectar con mis alumnos, entender sus realidades, escuchar sus historias y, sobre todo, mostrarles el camino hacia sus sueños. Lo más impresionante es que, con el paso de los años, he sido testigo del cumplimiento de los sueños de estos estudiantes, a pesar de lo que muchos decían. Es hermoso ver cómo alumnos, a los que nadie creía capaces, logran alcanzar metas tan altas como desean.

En estos doce años de experiencia en el aula, he aprendido que nunca se debe juzgar a un alumno. Cada uno de ellos es un desafío, independientemente de su expediente. Todos y cada uno de ellos son especiales a su manera y necesitan una atención personalizada. Como profesor de Matemáticas, no puedo esperar que todos se conviertan en matemáticos, pero sí puedo ayudarles a relacionarse con esta materia de manera que les permita no solo ser mejores en ella, sino mejores personas, y les ayude a alcanzar sus sueños.

Hoy me siento preocupado después de leer ese tuit. Pero también me siento tremendamente orgulloso de ser profesor de Matemáticas y de haber compartido el aula con tantos alumnos que me han enseñado mucho más de lo que yo les he podido enseñar. Es maravilloso ser profesor de Matemáticas y ver cómo tus alumnos crecen y se convierten en grandes periodistas, médicos, policías, artistas o incluso jueces.

Ser profesor de Matemáticas implica el honor de disfrutar de la etapa más bonita en la vida de las personas, la de ayudar a moldear su futuro y ver cómo, gracias a tu guía, alcanzan sus metas más extraordinarias.